Los 9 eneatipos

ENEATIPO 1: El perfeccionista.

• Su pasión: la ira

• Su fijación: el perfeccionismo.

• Su herida de infancia, sensación de insuficiencia e imperfección; creando un ideal de perfección.

ENEATIPO 2: El ayudador- altruista es un carácter empático, complaciente, cuidador y manipulador.

• Su fijación: la falsa abundancia.

• Su pasión: el orgullo.

• Su herida de infancia: sensación de no ser digno de amor, mendiga afecto

ENEATIPO 3: El ejecutante, el triunfador, es eficaz, camaleónico, vanidoso y ambicioso.

• Su pasión es la vanidad.

• Su fijación el autoengaño la apariencia.

• Su herida de infancia es la sensación de no ser valioso, busca continuamente el éxito y el reconocimiento.

ENEATIPO 4: El romántico, el especial, es trágico, romántico, artista, melancólico y soñador.

• Su pasión: la envidia.

• Su fijación: la insatisfacción.

• Su herida de infancia, es la sensación de ser menos, llama la atención para diferenciarse.

ENEATIPO 5 El observador, es prudente, distante, solitario y pensador.

• Su fijación el desapego patológico y el aislamiento.

• Su pasión la avaricia.

• Su herida de infancia es la sensación de no poder compartirse; se aísla de los demás.

ENEATIPO 6 El desconfiado, leal, abogado del diablo, inseguro.

• Su fijación acusador y cobarde e inseguro.

• Su pasión es el miedo.

• La herida de infancia es la sensación de no poder confiar, busca la seguridad fuera de el mismo.

ENEATIPO 7 Es el epicúreo, el entusiasta, es gracioso, planificador, hedonista e hiperactivo.

• Su fijación es la auto- indulgencia.

• Su pasión la gula.

• La herida de infancia es la sensación de vacío e insatisfacción, buscan placer fuera.

ENEATIPO 8 El jefe, el desafiador por excelencia, es líder nato, desenmascarador, protector y justiciero.

• Su fijación es la venganza.

• Su pasión la lujuria, el exceso en todo.

• La herida de infancia, es la sensación de vulnerabilidad e indefensión, creando una capa protectora.

ENEATIPO 9 El mediador, el indolente, es pacificador, “nadie especial”, armonizador y perezoso

• Su fijación sobre la adaptación es un olvido de sí mismo.

• Su pasión la pereza.

• La herida de infancia da una sensación de no ser importante ni bienvenido; acostumbra a pasar desapercibido.